jueves, 30 de diciembre de 2010

PARA LA DICHA EN EL NUEVO AÑO

A traves del tiempo y de la vida, me he topado con lecturas, comentarios y consejos que tratan  de "técnicas", "amuletos" o rituales a practicar en el último dia del año para que el nuevo nos "entre" con dicha y buena suerte. Cada vez se hace más larga la lista de estas prácticas... algunas me dan mucha risa, otras carecen totalmente de sentido, y otras son simplemente divertidas. Aquí comparto parte de la lista, espero que les guste y si encuentran utilidad en algunas cosas .. apliquenlas y JAPI NIU YIAR! :)


- Esperar las 12 con la ropa interior puesta al revés (no de delante para atrás, sino de afuera para adentro)
- Ponerse ropa interior de color, según sea el deseo:
Amarilla - atrae la felicidad     Roja - para encontrar el amor de tu vida
- Encender velas, que purifican en ambiente, proporcionan luz y calor. Despedir el año con velas encendidas permite que la paz y la armonia permanezcan en la casa.
- Encender velas de color azul traerá paz; las amarillas, abundancia; el rojo, pasión; el verde, salud; el blanco claridad, y el anaranjado, inteligencia.
- Bañarse utilizando jabón con esencia de vainilla, para la suerte con el dinero.
- Comer 12 uvas, una con cada campanada de las 12 de la noche, y con cada una pedir un deseo (francamente no me imagino haciendo esto sin atragantarme, aparte de que habría que ir donde suene una campana, puff)
- Comer 3 cucharadas de lentejas a las 12 de la noche, para atraer la prosperidad.
- Hacer limpieza profunda en la casa y que no quede nada de lo viejo, para que no atrase la llegada de la nueva vida
- Tener un cubo lleno de agua y lanzarlo fuera de la casa a las 12, esto simboliza echar afuera todo lo malo para recibir lo bueno.
- Esperar el año con monedas o billetes en las manos( por aquello de que el dinero "llama" al dinero.)
- Sentarse y volverse a parar con cada una de las doce campanadas, trae consigo matrimonio.(Esto me mató de risa)
- Escribir en un papel las cosas malas que te hayan pasado en el año que se concluye y luego quémalas, para así borrar el pasado.
- Meter las manos en azucar y luego enjuagarlas con champan, para la prosperidad (!!!!!)

Luego de hacer todo esto y si no terminan muy agotados, mi recomendacion personal para atraer la dicha,
la paz y la prosperidad, en el nuevo año y siempre, es realmente hacer limpieza, pero en el corazon.
- Sacar todos los sentimientos oscuros.
- Llenarlo de buena vibra y amor hacia el prójimo.
- Tratar de no hacer daño a nadie
- Perdonar de corazón a quienes nos han dañado.
- y ser feliz con lo que se tiene AHORA.

LES DESEO PAZ, AMOR Y FELIZ AÑO NUEVO!

jueves, 18 de noviembre de 2010

Uno de mis tantos recuerdos tuyos.

Verano del 1999. Musical Grease en cartel. Era mi debut en el mundo de los musicales de la mano de "mamá Nuryn".Yo super nerviosa porque ya me habian comentado que en el público de esa noche se encontraban varias personalidades importantes del espectáculo.
Muerta de miedo, detrás del telón, esperaba mi turno para salir a escena rogando a Dios que, por lo menos esa noche, me librara del infortunio de tropezar, irme de boca, olvidar mi parlamento, o cualquiera de esas "cositas" que suelen pasar en teatro.
Salí por fin a escena, y a pesar de haberme resistido con fuerza a ello, no pude evitar distinguir y reconocer a algunos de los famosos que habian ido a ver la función. Demás esta decir que el nudo que tenía en la boca del estómago nunca me abandonó a lo largo de toda la presentación, la cual afortunadamente, transcurrió con éxito.
Llegó el final de la función y con él, el momento de saludar al público que aplaudía complacido.
Ya un poco más aliviada y entre felicitaciones recíprocas entre mis compañeros de elenco,  esperaba nuevamente, mi turno, esta vez para hacer mi reverencia.
Al instante de haber salido a saludar , el primer  "Bravo!" que se escuchó desde el público, fue el de Freddy Beras Goico.
Gracias por eso, gracias por todo, gracias por tanto.
Te extrañaré siempre, Tío Freddy.

jueves, 21 de octubre de 2010

CERTEZA


Supo perfectamente el momento en que cayò.
Conociò el minuto exacto en que fue vìctima de sus encantos, para siempre.
En medio de una red de besos y palabras, lo supo.
Supo que resistirse era inùtil.
Y ya no hubo marcha atrás.
La chispa del primer roce bastò
para ver arder la pila de heno que descansaba, inerte, en su pecho.
Sintiò felicidad correr por sus venas, como una inyecciòn de morfina.
Supo que era real e importante aquello que habìa confinado a un rincòn de su corazón
y que nunca habia querido llamar por su nombre.
Pintò el probable retrato de otra vida.
Supo que no existìa el miedo.
Supo en fin que, inminente y certero,
el amor se cruzò en su camino
para hacer que lo supiera todo… a destiempo.


lunes, 18 de octubre de 2010

SONETO DE SANTA TERESA


"Si para recobrar lo recobrado
Tuve que haber perdido lo perdido,
Si para conseguir lo conseguido
Tuve que soportar lo soportado,
                        Si para estar ahora enamorado
                        Fue menester haber estado herido,
Tengo por bien sufrido, lo sufrido,
Tengo por bien llorado, lo llorado.
Porque después de todo he comprendido
Que no se goza bien de lo gozado
Sino después de haberlo padecido.
Porque después de todo he comprobado
Que lo que tiene el árbol de florido,
Vive de lo que tiene sepultado."
(Santa Teresa de Jesús)


sábado, 16 de octubre de 2010

Terapia del Closet

Amanecí inspirada y me propuse limpiar y organizar mi closet. Empecé por sacar la ropa que desde hace tiempo ya no usaba. A medida que iba sacando y revisando cada pieza, jeans, blusas,  zapatos, carteras, mi mente iba viajando por los recuerdos que cada una encerraba: Donde compré tal blusa, alguna ocasión especial en que la llevaba puesta, la primera vez que usé tal cartera, etc, etc.  Así, poco a poco, fui rindiéndole a cada pieza desechada su propio ritual interno de despedida y curiosamente  iba sintiendo una especie de “proceso” en mi mente y mi corazón.  
Así fue como me di cuenta que limpiar el closet puede ser tremendamente terapéutico y de gran ayuda para los que, como a mí, se nos dificulta decir adiós.
Por eso decidí llamarla la “terapia del closet”.
 Me comencé a sentir diferente, más liviana, más contenta, más en paz. Y es que de la misma forma que acumulamos cosas en el closet, lo vamos haciendo en el alma. Deshacernos de esos trastes físicos nos puede ayudar a procesar y despedirnos de recuerdos y emociones que también están acumulados en el corazón y que deben circular, porque si se quedan ahí no nos permitirán avanzar en nuestra evolución como persona. Después leí que los expertos llaman a esto “clutter” emocional, que significa algo así como “cúmulo desorganizado” de emociones. (No encontré una traducción exacta para “clutter”. Algunos diccionarios la tienen como “desorden”, “cúmulo”)
Luego del closet, ya no pude parar. Comencé a limpiar todo el “clutter” que tenía en varias partes de la casa:  gabinetes, gavetas, estantes y hasta ese mismo cuartito que todos destinamos para “guardar cosas”, lo dejé libre de “clutter”. Demás está decir que el proceso emocional fue aún mayor. Fui diciéndo adiós a recuerdos, fantasmas y energías, no necesariamente negativos, pero que ya habían cumplido su cometido dentro de mi vida y ya era tiempo de que se fueran, quizás para volver algún día, quizás para no volver nunca más. Pero cualquiera de las dos posibilidades solo se puede cumplir diciendo adiós y dejando ir.
Nada en el universo debe permanecer estancado. Todo debe moverse, girar,  evolucionar, partir.
La vida es nuestra gran maestra, cuando la sabemos interpretar. Curioso es como todo eso lo pude aprender con la simple decisión de limpiar el closet.

miércoles, 13 de octubre de 2010

40 cosas para no olvidar

La vida no viene con un manual de instrucciones. Sin embargo y afortunadamente, de vez en cuando nos encontramos con textos inspiradores destinados a ayudarnos en nuestro camino. Este es un compendio que pienso nos podría ser muy útil. Disfrútenlo.

40 cosas para no olvidar
1) Nunca prives a nadie de la esperanza; puede ser lo único que una persona posea.
2) No tomes decisiones cuando estés enojado.
3) Cuida tu postura física.
4) Nunca hables de negocios en un elevador.
5) No pagues un trabajo hasta que esté concluido.
6) Cuídate de quien no tenga nada que perder.
7) Aprende a decir "NO" con cortesía y presteza.
8) No esperes que la vida sea justa.
9) No dudes en perder una batalla, si esto te lleva a ganar la guerra.
10) Se atrevido y valiente.
11) No aplaces las cosas. Haz lo que sea preciso en el momento preciso.
12) No temas decir "no sé".
13) No temas decir "lo siento".
14) Elogia a tres personas cada día.
15) Contempla el amanecer por lo menos una vez al año.
16) Mira a los ojos a las personas.
17) Di "gracias" con frecuencia.
18) Di "por favor" con frecuencia.
19) Gasta menos de lo que ganes.
20) Trata como quisieras que te trataran.
21) Haz nuevas amistades y cultiva las viejas.
22) Guarda los secretos.
23) Reconoce tus errores.
24) Sé valiente; si no lo eres, finge serlo, nadie advertirá la diferencia.
25) Utiliza las tarjetas de crédito sólo por comodidad, nunca por el crédito.
26) No engañes.
27) Aprende a escuchar. A veces las oportunidades tocan muy seguido  a la puerta.
28) Elabora una lista de las cosas que desees experimentar antes de morir. Llévala en tu cartera y consúltala con frecuencia.
29) Haz oídos sordos a los malos comentarios.
30) Las ideas buenas, nobles y capaces de cambiar al mundo provienen siempre de una persona que trabaja sola.
31) Cuando entres en algún lado, el que sea, hazlo con determinación  y confianza.
32) Cuando tengas un limón, siempre procura hacer con el una limonada.
33) Ten un perro, pero no permitas que moleste a los vecinos.
34) Recuerda los cumpleaños de los demás.
35) Canta en la ducha.
36) Utiliza el dinero honrado.
37) No fumes.
38) Nunca permitas que te vean borracho.
39) Presta sólo los libros que no te importe recuperar.
40) Elige con mucho cuidado al compañero (a) de tu vida, de esta única
decisión se derivará el 90% de tu felicidad


domingo, 10 de octubre de 2010

FÁBULA

Siempre me ha gustado esta historia y la comparto cada vez que tengo la oportunidad.
Espero les guste y les sirva tanto como a mí.


LA HISTORIA DEL BURRO

Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de buscar algo que hacer. Finalmente, el campesino decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas; que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo.

Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno agarró una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente. Luego, para sorpresa de todos, se aquietó después de unas cuantas paladas de tierra.

El campesino miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vió. Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble: Se sacudía la tierra y daba un paso encima de la tierra. Muy pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando.

La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra. El truco para salir del pozo es sacudírsela y usarla para dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Podemos salir de los más profundos huecos si no nos damos por vencidos.

¡Usa la tierra que te echan para salir adelante!

Recuerda las 5 reglas para ser feliz:
- Libera tu corazón del odio.
- Libera tu mente de las preocupaciones.
- Simplifica tu vida.
- Da más y espera menos.
- Ama más y... sacúdete la tierra porque en esta vida hay que ser solución, no problema.


sábado, 9 de octubre de 2010

ETIQUETA EN EL CINE

Había jurado por todos los santos no volver más nunca al cine en este país. Aquí la gente no tiene el más mínimo concepto de lo que son los modales al momento de ir a ver una película. Empezando por el hecho de que a nadie se le ocurre poner el celular en vibración y como si esto fuera poco, ponerles unas clases de timbre que los hacen sonar a todo volumen. Para coronar, cuando contestan no se limitan a decir que están en el cine y que llamen más tarde, noooo!!,  se ponen a conversar como si estuvieran en el patio de su casa.

Una de mis anécdotas más memorables en el cine fue la que sucedió un día en que, después de mucho convencimiento por parte de mi amiga, esta logró que yo la acompañara a ver una película.
Compramos las palomitas de maíz y nos sentamos cómodamente a ver los avances de las próximas atracciones. Una vez que la sala estuvo a oscuras se sentaron, justo detrás de nosotras, dos chicas con un chismorreo y una risita que ya traían desde la puerta.
Yo  le clavé los ojos a mi amiga con un “Jum, te lo dije, ya yo ví”, pero ella trató de tranquilizarme: “No ombe, tu verás, ellas se callan desde que empiece la película”.
Demás está decir que las dos mujeres nunca se callaron. Nosotras lanzábamos miraditas esporádicas hacia atrás apelando, sin éxito, al sentido común de las distinguidas. Un rato mas tarde, la “banda sonora” que teníamos detrás se había vuelto insoportable. Ya estábamos enteradas de la hora exacta en que una de ellas fue al salón, cual shampoo era el que le resecaba el pelo, cuantas veces la llamó fulano pidiéndole perdón “pero que sufra un chin más para que aprenda que a ella no se le hace eso”, y que perenseja bailó encima de la mesa después de tres shots de tequila.

Hasta que en un momento desesperado, mi amiga se volteó y en medio de aquella oscuridad y de la película, procedió a otorgarles a las dos “cotorras” un corto pero muy sustancioso sermón sobre la etiqueta que se debe guardar en el cine, culminando con un “no se puede ser tan ignorante, carajo!”

Santo remedio. Desde atrás no se volvió a escuchar “ni pío”. La película transcurrió en paz hasta su final. Se encendieron las luces, tomé mi cartera y me dispuse a abandonar mi asiento solo para descubrir a mi amiga definitivamente pálida, mirando hacia atrás y con un hilito de voz diciendo: “Ay Cuñis, y eras tu que estabas ahí????”

El esfuerzo que tuve que hacer para no explotar de la risa ahí mismo me puso a sudar. La “Cuñis” en cuestión era la hermana del individuo que hacía poco había comenzado a salir con mi amiga, la misma que hacía un momento había dado tan elocuente sermón y que ahora no encontraba más palabras que: “ay” “bueno” “…esteee”  “ná”  “todo bien”.
“Cuñis”  se limitó a sonreír fríamente y despedirse. Mi amiga, todavía temblorosa, calculaba maneras de cómo “enfriarse” con la cuñis y el tamaño del arreglo de flores que le iba a enviar como disculpa.

Yo le prometí otro ramo a mi amiga, en agradecimiento por haber cumplido su promesa de que ese día me divertiría en el cine.